Desde generaciones se cuenta la misma historia:
Un principe mallorquin fue con sus tropas hasta el Norte de Europa, y se enamoro de una princesa sueca y rubia,se casaron y volvieron a Mallorca. Aquí pasaron un verano feliz, pero cuando empezo el invierno la princesa cada dia estaba mas triste, echaba de menos el frio y la nieve de su pais; y entonces el principe tuvo una idea maravillosa:
En toda la isla planto las flores de almendras, y cada invierno la princesa y todos los mallorquines se quedaron encantados de la belleza de las flores de almendras.
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