PALMA DE MALLORCA
La ciudad y el mar, el mar y la ciudad.
Dos conceptos inseparables para la capital mallorquina. Sin mar, Palma no sería como es; uno es causa y consecuencia del otro. El mar ha sido, desde siempre, la única vía de comunicación con el exterior. Para los mallorquines ha significado una fuente tanto de ilusiones y esperanzas como de desdichas y amenazas. Lo bueno y lo malo ha llegado siempre a Mallorca por vía marítima. Esta ruta es una magnífica oportunidad para conocer las raíces, la historia y la vida cotidiana del barrio portuario por excelencia de Palma: el barrio de Santa Creu, sus calles, sus plazas, la imponente Lonja de la Mercadería y su parroquia donde se halla una de las joyas mejor guardadas del gótico mallorquín: la capilla de Sant Llorenç.
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