Entre sa Pobla y Muro se extienden más de 2.500 ha de humedales: s'Albufera, hoy declarada Parque Natural. Dunas, pinares, ciénagas, y salinas, habitadas por más de 200 especies de aves, que repostan y se reproducen en estos cañaverales, ricos en peces y nutrientes. En otros tiempos la Albufera fue mucho más extensa, y se dice que durante la ocupación romana es posible que estas aguas tuvieran dos o tres metros más de altura. El ecosistema que hoy podemos visitar es en parte el resultado de la acción humana. En el siglo XIX, una compañía británica llevó a cabo una gran obra de desecación para poder cultivar estas tierras tan fértiles. Pero luego se abandonó el proyecto y los terrenos recuperaron su vegetación original. No hay duda de la riqueza de este territorio: las tierras colindantes a la Albufera son las más fértiles y productivas de la isla.
viernes, 26 de marzo de 2010
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